domingo, 19 de septiembre de 2010

Fiestas incomprendidas: mabon

Pensando en las fechas que se avecinan, he estado haciendo memoria sobre mi devenir en las distintas tradiciones del paganismo.
Ni que decir tiene que he buscado información por la red, cual postulante, por si la sensación que tengo era algo meramente subjetivo. Pero, por el contrario, la búsqueda sólo me ha dado motivos para afirmarme en missospecas.
Y es que, mal que nos pese, las tradiciones paganas no son totalmente equilibradas, igual que los paganos tampoco lo somos. Y eso hace que haya una serie de fiestas que son incomprendidas, e incluso minusvaloradas.

Mabon es uno de esos casos.
No solo es una fiesta que no levanta pasiones. Fácil de olvidar en la vorágine de la vuelta a la rutina, es poco atractiva para la mayor parte de paganos. No suele encontrarse en la lista de fiestas favoritas de nadie, y hay poco arte gráfico y literario a su alrededor.
También hay poca información específica, no solo en la tradición wicca, si no también en otras, como por ejemplo en la nórdica, donde puede volverse realmente dificil encontrar información del blót correspondiente a la celebración (Hausblót).
Incluso allí donde hay información (algunos lugares y personas bien conocidas del mundo pagano, especialmente dentro de las tradiciones wicca han hecho buenos trabajos de compilación e investigación) hay algo que parece fallar. Y es que en esta fecha lo relevante, además de la cosecha en si misma, que de manera común ni tan siquiera se comenta de qué frutos concretos o que elaboraciones típicas tendríamos entre manos, es sencillamente que "el dios se prepara para su muerte en samhain". Es decir, la fiesta en si carece de un significado propio.
En la tradición nórdica el tema se amplia a la creación de las bebidas espirituosas, pero pierde cierto sentido "preparatorio", ya que sus fiestas no se basan en los ciclos del Dios y la Diosa como las wiccanas. Lo que sí tienen en común es, por supuesto, el tema de la cosecha de los últimos frutos, que cuanto más al sur nos vamos, más se extiende hacia las fechas de samhain.
En el caso nórdico, yo entiendo el Hausblót como una celebración comunal de la familia extensa. Es decir, así como muchas otras fiestas de captación de bienes (sacrificios de animales y cosechas), durante estas fechas se trabaja arduamente todo el dia que cada vez es más corto para terminar un trabajo necesario para la supervivencia de todos. Preparar no solo hidromiel y cervezas, algo muy relevante en tanto para los paganos las bebidas alcoholicas son sagradas y hay mitos en tanto a su descubrimiento, si no también conservas, en especial de los llamados "frutos salvajes", como mermeladas, dulces, confituras etc de frutos de temporada (por ejemplo zarzamoras, en pleno auge) y frutos secos que nos durarán todo el invierno. La consecución también de los últimos periodos viables de caza antes de las nevadas y la preparación del pescado y la carne ahumadas o saladas, serían los elementos centrales del trabajo, y por tanto de la fiesta. Todo este trabajo estaría centrado en la casa familiar, raiz de la que en mi inocencia concibo el nombre del blót en si. Haus- blót.
Esta actividad puede hacerse extensiva a toda la geografía europea, tal vez con algún matiz dada la benevolencia de los climas más mediterraneos. Pero en conjunto, el equinocio de otoño, ese último punto de equilibrio antes de encaminarnos a la parte oscura del año, debería ser una fiesta alegre y activa de preparación de los bienes comunales.

Obviamente, ya he comentado que al ser una fiesta de participación colectiva, debería unirse a ella la familia más extensa. Por tanto, tras épocas más separados, es posible que sea ahora el momento en el que debamos poner en orden todos los asuntos pendientes con los nuestros, y por tanto poner paz y equilibrio para conseguir una convivencia armoniosa. Es posible que sea por esto que en algunos lugares encontramos que esta fiesta está relacionada con el concepto de acción de gracias (posiblemente la única celebración real y genuinamente americana de la población wasp del nuevo continente). Otro motivo de esto es el hecho que ya comenté en un post anterior de que estas fechas inclinan a la nostalgia. El post que escribí hace unos dias motivó que algunas personas contactaran conmigo contándome que yo no era la única en sentirme nostálgica o triste cerca de Mabon. La posibilidad de que la tendencia propia de las fechas, llamemoslo "su energía" tienda a inducirnos a hacer balance en nuestras vidas y por tanto, a ponernos en la situación de pedir perdón o dar las gracias allí donde consideremos necesario.

No obstante, y a parte de esta reflexión, me gustaría poder decir que he encontrado un sentido mísitico propio a esta fiesta, infravalorada y poco querida tal vez solo por poco conocida.

1 comentario:

  1. A mi me gusta Mabon, la verdad es que me gustan todos los sabbats menos yule, y litha me esta dando en el rostro pero sospecho que es por toda la carga cristiana que hay al rededor, las fiestas de pueblos son el 24 de junio, porque el patron es San Juan Bautista. Pero Mabon me gusta porque en mabon es cuando suelo ir a la sierra, mis padres tienen allí una casa, y me encanta, por que es el momento del año en que estoy más conetada con la naturaleza. Es precioso, salir a recoger setas, madroños, castañas, hacer senderismo, recoger agua de los manantiales naturales, hacer fotos de plantas rarísimas que solo hay en la sierra. O vas al supermercado y en la entrada tienen una calabaza gigante, todos los restaurantes están adornados con calabacitas, en la plaza ponen un puesto donde venden calabazas y otros frutos del tiempo. Eso refleja más la cosecha y el momento estacional. Me encanta esa época del año. Pero es verdad que está muy olvidada.

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