jueves, 16 de septiembre de 2010

Magia. Sentir magia, aprender magia

Ayer hablé con un nuevo amigo. Un gran amigo.... Una de tantas personas especiales que uno llega a encontrar sin querer en el mundo.

Él, como muchos de mis amigos, es una persona mágica. Ama la magia, aprende magia, busca la magia, desea sentir la magia...para ser magia.
Y la magia es sabiduría, por lo tanto, hay que buscarla bien lejos. Por eso buscamos Dioses exóticos, en el lejano norte o en la india, entre nuestros querido arapahoes o en el tiempo del sueño... Por eso nos iniciamos en Reiki y queremos ser maravillosas bailando danza del vientre. Por eso nos vamos corriendo al paleolítico.
Y coleccionamos.
Bolas de cristal y tarots, manteles de altar y herramientas, cuencos tibetanos y palos de agua...minerales. Y seguimos adelante.

Seguir adelante posiblemente sea la gran característica humana. Diseñados para sobrevivir a la maravilla, aquello que produce un terror reverente, un pulso fuerte y agarrotado en el alma... Somos los seres que un dia decidieron seguir adelante.
Pero a veces, en el devenir olvidamos profundizar.
Deseamos aprender recorriendo caminos que no existen, pisando por allí por donde nadie antes ha pisado, que es la forma real de aprender... pero nos olvidamos de que no tenemos mapas y que no podremos volver atrás.
Olvidamos muchas veces buscar aquí, en el ahora, en el centro.

Queremos magia, lo cual implica que deseamos experimentar un milagro. Queremos que el vino provenga del agua. Que las estatuas lloren, que los dioses nos hablen en una epifania preferentemente del tipo música mística y luces molonas. No se nos ocurre que el vino, la comida, el tiempo mismo... ya son parte de la maravilla.
No pensamos en que la epifania consiste en un rayo de sol vibrante y una mariposa blanca a principios de febrero.

Buscamos señales. Y encontramos que nuestros dedos señalan.
Buscamos ser especiales, y nos especializamos en ello.... o lo intentamos.

Pero, de este modo..¿aprendemos magia?
De este modo... ¿sentimos magia?
¿Somos magia?

5 comentarios:

  1. Cuando una persona se considera maga por coleccionar herramientas o por ver señales en todas partes, está muy alejada de la magia.

    La magia está en el aire que respiramos... sólo cuando comprendemos esto, somos magia.

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  2. Gracias por tu comentario, guapa.
    Si, esa es la reflexión a la que quería guiar a la gente... Animar a buscar de una forma distinta a la que se ve, y a esperar realidades...

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  3. No hay nada, ni tan siquiera la nada que no sea magia.

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  4. yo como sabes tengo muchas herramientas preciosas y muchos manteles y todo eso, pero sin embargo esas cosas para mi no me ayudan a hacer magia, para mi la magia está dentro, y nosotros podemos hacerla, sacarla. Yo soy muy mística, y a algunos no les gusta mucho, y todo eso, todas esas visiones que tengo a veces, no tienen nada que ver con athames, ni bolas de cristal, yo nací así. Siempre he visto cosas y me han pasado cosas raras. Y cuando he buscado conseguir cosas, los mayores resultados se dan sin herramientas.

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  5. Olvidamos muy facilmente que la principal herramienta somos nosotros mismos. Claro que los athames y las varitas ayudan puesto que canalizan la energía. Pero son algo semejante al efecto placebo, no los necesitamos realmente. No son más que muletas auto-impuestas que nos ayudan a anclar nuestra voluntad.

    Para mí, hay más magia en el día a día que en un ritual o hechizo, solo que menos espectacular porque no le prestamos la misma importancia al estar acostumbrados a ella.

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